De la contabilidad impositiva hacia la Contabilidad de Gestión
Las leyes fiscales y los impuestos a los cuales está expuesta la empresa generan un gran impacto a nivel financiero. La contabilidad impositiva ayuda a cumplir con los lineamientos tributarios. Pero, ¿Para qué sirve contar también con la contabilidad de gestión?
No existe un solo tipo de contabilidad ni ofrece las mismas ventajas a la organización. Hablamos de dos términos distintos que bien vale la pena comprender para saber cuál aplicar en pro del bienestar financiero.
En este artículo te explicamos todo sobre ambos tipos de contabilidad y sus beneficios. Conoce sus diferencias, además de los retos que implica trasladar la contabilidad desde una impositiva a una de gestión.
Entendiendo las terminologías
Seguramente has escuchado sobre los términos “contabilidad impositiva” y “contabilidad de gestión”. Ahora bien, ¿Sabes en qué se diferencian y cuál es más adecuada en ciertas decisiones de una empresa?
Contabilidad impositiva
La contabilidad impositiva es conocida también como “contabilidad fiscal”. Está enfocada hacia la preparación de la empresa en el cumplimiento de sus obligaciones tributarias.
Tiene base en las normativas fiscales establecidas por el sistema legal de cada Estado. Además, contempla el registro de las operaciones para la presentación de declaraciones y pago de impuestos.
«La contabilidad impositiva o fiscal dista de la contabilidad de gestión y se basa en la preparación de la empresa para cumplir con las obligaciones tributarias.»
Las tareas relacionadas con esta contabilidad incluyen, ante todo, reunir información tributaria tanto de clientes como empresas. Sin embargo, esta supone también una cantidad de actividades necesarias en su ejecución:
- Analizar registros, sistemas y presupuestos financieros
- Revisar los libros y balances financieros
- Realizar auditorías para agrupar información adicional
Este tipo de contabilidad es clave sobre el compendio de información que requiere la compañía en materia fiscal. ¿Qué requisitos son necesarios sobre este sistema de información relacionado con las obligaciones tributarias?
Es relativo, ya que cada país cuenta con sus propias exigencias y legislación en cuanto a la contabilidad impositiva. Desde aranceles, documentos del negocio, porcentajes, entre otros, varían según las reglas de la región.
Es importante tomar en cuenta cada detalle en referencia con los impuestos, ya que se trata de una obligación ineludible.
Según la dinámica de la empresa, se cuenta con varias opciones útiles: pagar por adelantado los impuestos de cada trimestre o mantener tus registros a tiempo, por caso. Aunque, sobre todo, es imprescindible contar con herramientas profesionales.
Recuerda que, aunque esta actividad sea un tanto tediosa, es parte esencial y determinante para incentivar la participación de inversores en la empresa. Por ello, actualizarse y adoptar sistemas tecnológicos que brinden automatización y eficiencia es elemental.
Contabilidad de gestión
La contabilidad de gestión o administrativa es el instrumento de análisis interno sobre todas las transacciones y números de la empresa. Su objetivo primordial es brindar información en el lenguaje del negocio para la toma de decisiones.
Esta contabilidad es clave para registrar y analizar los datos de cada proceso a fin de conocer el estado financiero empresarial. Después de todo, esta información puede indicar el camino correcto y más inteligente para la toma de decisiones acertadas.
La contabilidad de gestión difiere de la impositiva. En un lenguaje contable, la fiscal es muy estructurada. En la de gestión interna no existen formalismos ni legalidades obligatorias, por lo que a veces representa de mejor manera el rendimiento del negocio.
Ambas contemplan reportes básicos pero importantes como por ejemplo, mediante un estado de ingresos podrás conocer el desempeño de la empresa; porque se visualiza la cantidad de dinero que ha ingresado al negocio. Asimismo, el estado de ganancias y pérdidas muestra los gastos y ganancias de manera mensual, trimestral o anual.
Estos elementos son parte del trabajo que engloba una buena contabilidad de gestión. Así surge también el estado del flujo de caja, el cual indica las acciones financieras y de inversión realizadas por la empresa.
El balance, un panorama del estado de las finanzas durante un tiempo determinado, por su parte, es el que te permitirá conocer las ganancias retenidas.
También sabrás la suma de rendimiento que has reinvertido en el negocio más allá de haberla repartido entre los inversores.
Por último, tenemos la reconciliación bancaria, ideal para comparar los gastos en efectivo con los estados de la cuenta bancaria empresarial. Este factor aporta al mantenimiento de un registro consistente del negocio.
Asimismo, la contabilidad de gestión está soportada por los reportes internos que puede ofrecerte PLIKA.
Diferencias entre la contabilidad impositiva y la contabilidad de gestión
No hay dudas de que la contabilidad de gestión guarda diferencias con respecto a la contabilidad fiscal o impositiva. ¿Te animas a conocerlas? Te explicamos.
- La contabilidad impositiva es ejecutada por un contador fiscal, quien representa un elemento externo para la empresa.
- Igualmente, la contabilidad de gestión se realiza por un contador administrativo, un rol interno en la organización.
- La contabilidad impositiva se ejecuta dentro de un marco nacional regulatorio. La contabilidad de gestión se basa en un lenguaje interno de la empresa.
- Asimismo, la contabilidad impositiva debe presentarse de manera obligatoria a terceros. En cambio, en la contabilidad de gestión esto no es así. Se usa generalmente con fines internos.
- La contabilidad de gestión no se rige por normativas. Esta posee flexibilidad total para la empresa. La contabilidad impositiva, si bien se rige por normativas, a veces no es la mejor opción para analizar el negocio.
- La contabilidad de gestión posee una estructura de información adaptada a lo que necesitan ver los decisores como gerentes para tomar decisiones. La impositiva posee una estructura pensada para cumplir con los fines tributarios.
«La contabilidad de gestión es una poderosa herramienta de análisis de transacciones y cifras para mejorar la organización.»
Definitivamente, la contabilidad de gestión adquiere suma importancia en cuanto a la oportunidad de brindar a la organización las métricas correctas para cumplir los objetivos.
Si bien es cierto que se debe tomar en cuenta los compromisos fiscales, es esencial dirigir los esfuerzos hacia una buena gestión interna.
Es fundamental tomar medidas que impulsen el crecimiento empresarial y esto implica una buena contabilidad de gestión.
Sin embargo, más importante aún es que la empresa cuente con la capacidad de ejecutar una contabilidad impositiva eficiente sin descuidar la contabilidad de gestión. Este es uno de los grandes retos a los cuales se enfrentan las empresas de hoy.
Desafíos de llevar la contabilidad impositiva a una contabilidad de gestión
En la empresa se debe contabilizar una cantidad enorme de operaciones; básicamente, cualquier acción financiera que involucra un pago o cobro. ¿Sabes de qué hablamos?
- Gastos y compras
- Ingresos
- Salarios de Seguro Social
- Ventas
- Préstamos
- Movimientos de efectivo
- Adquisición y ventas de activos
- Deudas
- Inversiones
- Concesión de subvención
- Movimientos bancarios
Pero además, la tarea de liquidar impuestos de manera mensual y toda actividad concerniente al marco tributario.
¿Cómo lograr esa transición desde lo impositivo a la gestión administrativa interna?
Cuando el equipo encargado de llevar la información de gestión al día hace esta transición, se enfrenta a varios desafíos. Varios se desprenden de no contar con tecnologías que apoyen el proceso.
Por ejemplo, cuando se cierra un mes contable, el equipo tiene información para aplicar un control de gestión, donde se comparará la realidad del negocio en un período de tiempo con las proyecciones.
Suele suceder, que la información contable impositiva, viene de un ERP, en una estructura muy “dura”, que no coincide con la estructura con la que los responsables del presupuesto hicieron sus proyecciones.
Es aquí donde surgen limitaciones al no contar con tecnología y depender de Hojas de Cálculo por ejemplo. El equipo hace una descarga (a csv., a xlxs…) del ERP, modifica esa descarga, y la hace coincidir con el formato de sus proyecciones, que suele ser más simple y analítico que las cuentas contables descargadas.
Este proceso, suele llevar mucho tiempo, errores, re-trabajos y dolores de cabeza a los responsables, que no suelen ser los contadores, sino los administradores o encargados de procesos de Planeamiento y Control de Gestión.
¿A qué se enfrenta la empresa en esta situación? Desde la contratación de un contador fiscal que solo puede ayudar en un proceso específico durante un tiempo determinado, hasta la ausencia de integración en la empresa.
Una sola contabilidad no es suficiente. La empresa necesita una herramienta avanzada que desglose la información relevante para tomar decisiones. Que sea efectiva tanto en los procesos administrativos como en la contabilidad fiscal.
Ventajas de la contabilidad de gestión
La contabilidad de gestión permite conocer los elementos contables y financieros de la empresa al detalle y profundidad que el usuario desea. Suma, así, grandes beneficios para la organización. Conócelos a continuación:
Facilita la toma de decisiones
Al obtener datos en tiempo real, la empresa podrá tomar decisiones con base en métricas tangibles y, en consecuencia, diseñar planes realmente efectivos. Además, este factor le permitirá conocer el estado de las finanzas en cualquier momento.
Mayor control y planificación de los recursos
Hablamos de los financieros, materiales y humanos. Es posible detectar errores o desvíos con agilidad en términos del lenguaje usado en el negocio, lo cual ayudará a la creación de soluciones antes de que se incrementen los problemas.
Organización
La contabilidad de gestión o contabilidad directiva ayuda a la empresa a recabar información financiera y no financiera. Es clave en cuanto a la clasificación, orden y presentación de esa información.
Así se podrán mejorar aspectos como la toma de decisiones, la planificación y la gestión en general.
«Para ejecutar una eficaz contabilidad de gestión se requiere un software avanzado porque brinda control y rendimiento a la empresa.»
Plika: tu aliado para la gestión financiera de tu empresa
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- Análisis de los datos de tu compañía.
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- Reportes contables y de gestión reales comparados con proyectados.
- Más tiempo libre para ti y tu equipo. Adiós a las tareas manuales y las múltiples fuentes de información dispersas.
Conclusiones
Muchas empresas no cuentan con un modelo establecido para la contabilidad de gestión. La realidad es que pueden considerar que las ventajas que aporta son menores en relación al gasto de recursos que representa.
Sin embargo, una contabilidad de gestión supone una inversión que rentabiliza las operaciones a gran escala. Contar con eficiencia en los procesos, automatización e integración de todas las áreas en la empresa es el principio del éxito comercial.
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