El working capital o capital de trabajo es una medida financiera que se utiliza para evaluar la liquidez y solvencia de una empresa. Es una medida de la cantidad de recursos que una empresa tiene disponible para financiar sus operaciones diarias, como pagar a los proveedores, comprar materiales y pagar a los empleados.
Fórmula
Capital de trabajo = Activos circulantes – Pasivos circulantes
Donde los activos circulantes son aquellos que se espera que se conviertan en efectivo dentro de un año, como cuentas por cobrar, inventario y efectivo. Los pasivos circulantes, por otro lado, son aquellos que se deben pagar dentro de un año, como cuentas por pagar y deudas a corto plazo.
Ejemplo
Supongamos que una empresa SaaS tiene los siguientes activos circulantes y pasivos circulantes en su balance general:
Activos circulantes: $500,000 (que incluyen cuentas por cobrar, efectivo y equivalentes de efectivo, y otros activos circulantes)
Pasivos circulantes: $200,000 (que incluyen cuentas por pagar, deudas a corto plazo y otros pasivos circulantes)
Entonces, el capital de trabajo de la empresa sería:
Capital de trabajo = Activos circulantes – Pasivos circulantes
Capital de trabajo = $500,000 – $200,000
Capital de trabajo = $300,000
Este resultado significa que la empresa tiene $300,000 de capital de trabajo disponible para financiar sus operaciones diarias, como pagar a sus empleados, mantener su plataforma de software, y cubrir otros gastos necesarios para operar la empresa.
Es importante destacar que el capital de trabajo es una medida crítica para las empresas SaaS, ya que estas empresas pueden requerir grandes inversiones de capital para desarrollar, mantener y mejorar sus productos de software. Por lo tanto, el capital de trabajo puede ayudar a los inversores y gerentes a evaluar la solvencia y la liquidez de una empresa SaaS, lo que a su vez puede ser un factor importante en la toma de decisiones financieras clave.